Mientras la Argentina intenta ingresar con más fuerza al mercado chino, donde apenas significa junto con Brasil el 2% de las importaciones, dentro de China se vive una realidad llena de contrastes.
Si bien China es un estado comunista, en 1978 anunció su objetivo de potenciar el desarrollo a través de una reforma que incluyó profundos cambios en su economía, incorporando los mecanismos de mercado y reinsertando al país en el comercio mundial y en los mercados financieros internacionales.
Desde ese momento China comenzó a experimentar un imparable crecimiento económico de entre el 7 y el 9% anual, un fenómeno que generó el nacimiento de miles de empresarios con millones de dólares bajo el brazo.
Pero por el otro lado, la pobreza y el hambre es uno de los grandes problemas que afecta casi al 10% de los más de 1300 millones de personas que viven en ese país asiático.
Lo cierto es que en China hay más de 10.000 personas con al menos 15 millones de dólares como fortuna. Pero del ranking de los 100 Chinos Más Ricos, elaborado por la publicación Forbes, se destaca el puesto 11, logrado por Xu Ming, el empresario más joven de la lista, quien a los 32 años cuenta con una fortuna personal de 360.000 millones de dólares.
Ming es el dueño y presidente del grupo Dalian Shide, un conglomerado integrado por empresas de distintos rubros, como la industria plástica, industria petroquímica, industria automotriz, seguros, construcción y salud.
La compañía factura al año U$S 580 millones, paga cerca de U$S 25 millones de impuestos, da trabajo a 5700 personas y produce cerca de 500.000 toneladas de perfiles de PVC para ventanas y puertas, su producto de bandera.
El dato curioso es que la compañía también tiene un equipo de fútbol, el Dalian Shide Football Club, creado para satisfacer tanto el fanatismo de Ming como su interés por generar interesantes negocios y potenciar su capítulo de responsabilidad social empresaria.
Un emprendedor
Xu Ming obtuvo sus primeros 3 millones de dólares a los 20 años. Había armado una empresa de construcciones civiles que ganó dos licitaciones del gobierno para realizar trabajos de preparación de suelos y elaboración de terraplenes, uno de ellos frente a la estación de tren principal de la ciudad de Dalian.
Según cuenta el propio Ming en la página de Internet de la compañía los proyectos de obras civiles se convirtieron en esa época en el negocio más tentador. Para llevarlos a cabo nuestra empresa tuvo que importar equipos y nos dimos cuenta que la industria de los materiales para la construcción iba a tener un gran futuro gracias al boom del real state. Por lo tanto, en 1995 decidimos lanzarnos a fabricar nosotros mismos esos productos y es lo que hacemos ahora. Entonces, creo que las oportunidades siempre existieron y lo importante fue captarlas justo a tiempo.
Así nació la compañía Dalian Shide, iniciada en 1995, en la que Ming invirtió más de U$S 60 millones para la puesta en marcha de la planta de insumos plásticos para la construcción, que se realizó en 4 etapas. Este emprendimiento le significó bajar costos a la empresa ya que la materia prima importada era lo más caro dentro del presupuesto de producción.
Se importaron equipamientos de Europa fabricados por las empresas más prestigiosas como Greiner (Austria), Reimelt (Alemania) y Cincinnati (Austria). Además se armó un equipo de investigación con especialistas en el sector para elaborar productos propios.
En 1998, Dalian Shide Group fue la primera empresa china de perfiles en recibir la norma ISO 9000 para el control de calidad.
Un visionario
Para entender el éxito de esta empresa, hay que detenerse en el detalle de que para Ming lo más importante es la innovación. Cuando llegamos a los ´90 vimos que el material dominante en la industria de la construcción era la aleación de aluminio, mientras que empezaban a aparecer las molduras plásticas. Decidimos entonces que nuestra estrategia no era movernos dentro de lo que ya estaba de moda, sino elegir lo novedoso para guiar el consumo a donde nosotros queríamos ir. Si usted invierte en lo que ya existe no optimiza los recursos sino que destruye la innovación de ese mercado. Por eso nos volcamos al PVC.
Los perfiles de PVC para puertas y ventanas se han convertido en el segmento de productos número uno de la empresa y los más destacados del mundo. Mientras en 1997 se producían 12.000 toneladas, en el 2002 se superaron las 500.000 toneladas.
El centro de producción es el más grande del mundo: abarca 1,3 millones de m2 y además tiene más de 60 subsidiarias repartidas a lo largo de China. Se fabrican fundamentalmente productos con PVC, como cañerías, perfiles, ventanas y puertas y láminas.
A lo largo de los años Dalian Shide ha diversificado ampliamente sus actividades. Otro de los grandes complejos productivos es el de ómnibus para turismo y transporte urbano.
La planta se construyó en 1996 y en la actualidad tiene una capacidad de producción de 3000 vehículos al año. Los modelos de buses son tanto nafteros como diesel; mientras que las camionetas tienen de 6 a 8 metros de largo.
De allí también se desprende la empresa Sidelong, fabricante de calefactores eléctricos de agua y número uno de Asia. Al año se venden cerca de 1 millón de unidades.
En cuanto a los servicios, Dalian Shide se asoció con otros inversores para formar una compañía de seguros y de auditoría con orientación a los seguros de vida. La firma fue establecida en Shanghai cuando diversas políticas tomadas por el gobierno liberaron el sector y le dieron la posibilidad al grupo Shide de incursionar en el segmento asegurador.
Nuestras inversiones en el plano de la industria financiera continuarán como un negocio suplementario al industrial -aclara Ming-. Hemos iniciado, por ejemplo, dos joint ventures con las firmas Life Insurance Corp y Dalian Bank of Commerce.
Además en el 2001 se inició la construcción del Hospital Shide con la más alta tecnología, que estará orientado a satisfacer necesidades sanitarias y en especial cardíacas y vasculares.
Para que todas las divisiones de Shide sean competitivas una de las premisas que siempre mantuvo la compañía fue la de crear alianzas con empresas líderes en el mundo como DuPont, Kronos, Taiyo, Mitsubishi, Greiner and Theysohn.
También se le da mucha importancia a la relación con la comunidad. Dentro de la ayuda a la educación se han establecido becas para las de Beijing University, Dongbei University of Finance & Economics, Dalian University of Technology, and Jilin University. Pero quizás la ayuda económica más importante sea la destinada a familias sin recursos y a zonas del país subdesarrolladas.
Próximos pasos
El próximo objetivo del grupo Dalian Shide es pegar el gran salto hacia Europa, donde tiene previsto abrir su primera sucursal a fines de este año. La ciudad elegida sería la alemana Frankfurt, donde planea vender cerca de 300.000 toneladas de materiales provenientes del PVC.
También tiene pensado sentar sus bases para la industria petroquímica en Arabia Saudita, fundamentalmente para la producción de PVC, pero aún espera la autorización del gobierno de ese país.
Otro de los recientes anuncios del grupo es la posibilidad de comenzar a cotizar en la bolsa.
Pero lo que nadie sabe es si el creador del grupo Shide, Xu Ming, va a cumplir con una extraña promesa: que cuando cumpla 20 años de carrera en el sector se va a retirar para dedicarse a otra cosa. Eso sucederá en el 2008 y, como dijo Ming, toma 20 años establecer y poner en marcha este tipo de empresa, por eso pienso que dentro de unos años ya tendré cumplida mi meta. Después alguien más tendrá que continuarla. Mientras tanto estoy estudiando en Inglaterra y luego lo haré en Estados Unidos para volcarme a otros asuntos, que seguro estarán vinculados con la comunidad. Y por qué no, al fútbol y el golf que tanto me gustan.
Sea o no una ironía su última frase luego remató con la siguiente afirmación Yo admiro lo que el jugador Pelé solía decir: el gol más hermoso siempre será el próximo.
Fuente: Prensa Económica