Los especialistas dicen que una siesta mejora la productividad, la creatividad, despeja, en fin, suma. Y hay un emprendedor en Nueva York que además de conocer los beneficios de dormirse un rato, se está llenando los bolsillos con una idea genial. Nicolás Ronco abrió un pequeño refugio a solo dos cuadras del Time Warner Centre y rápidamente se convertió en paraíso de los trabajadores agotados.
Después de 15 años en el mundo corporativo, Ronco encontró su nicho de negocios viendo como sus compañeros hacían las cosas más increíbles para dormirse en un rato en la oficina sin ser descubiertos. El negocio suena más apetecible si tenemos en cuenta que de acuerdo con algunos estudios médicos, un 40 por ciento de los estadounidenses sufren problemas de sueño.
Y como Ronco hizo de la siesta un filón creó el servicio de Yelo Cabs, unos habitáculos individuales donde uno puede disfrutar de siestas de entre 20 y 40 minutos de duración a un precio que oscila entre los 15 y 28 dólares. Y si además de siesta, uno quiere agregar salud se puede agrandar el combo con una sesión de 20 minutos de reflexología.
La idea nació gracias a los contínuos viajes que Ronco hizo a Japón, donde las mortíferas jornadas laborales se toleran gracias a pequeñas recargas de sueño durante el día. Los servicios de Yelo han sido incorporados por empresas como Google o Time Warner.
El nuevo objetivo de Ronco es llenar de Yelo Cabs los aeropuertos, centros comerciales y las sedes de buena parte de las multinacionales del planeta. Espero que incluyan Argentina o que algún inversor las traiga, porque una buena siesta es un placer que no suele suceder