Pasarelas: La anorexia no es moda

Para un diseñador son muchos los meses de elaboración y esfuerzo para preparar una colección. Detrás de cada pieza hay una impronta personal, un sello, una expectativa. Por eso, la modelo es un factor decisivo en ese instante, es la musa…

Dentro de un vestido, el cuerpo de la modelo debe hablar, transmitir, interpretar.

Pero por sobretodo exultar elegancia y sobriedad. La anorexia ha acabado en muchas oportunidades con todo este bagaje  de sueños y lo peor, con muchas vidas.

Modelos sin luz…sin brillo en la mirada. Vestidos imponentes en cuerpos sin vida.

Ese no es el patrón de elegancia que cualquier creador reclama a la hora de mostrar su trabajo.

Las modelos deben ser el nexo entre la inspiración y la realidad. Demostrar a las mujeres que asisten a los desfiles que ellas también pueden lucir lo que tanto atesoran desde la platea. Ser un ejemplo de charme, de profesionalismo y de salud.

La delgadez extrema, las pieles desmejoradas por la mala alimentación, la falta de luz y brillo en sus rostros, esos no son patrones que enaltezcan la moda.

Los primeros que deben entender este mensaje son los productores, los organizadores y los representantes, responsables casi de un 90% de las tremendas exigencias que viven las mujeres del mundo del espectáculo y la moda.

La mujer común no acepta este estilo como moda y el photoshop tampoco mejora  ni aporta ningún mensaje positivo. De nada sirve una impecable producción, ni una puesta impactante, si la modelo transmite un patrón que no condice con quien la observa.

La anorexia en la moda no cotiza, y mucho menos si entendemos que la moda también es VIDA.

Abel Luppo

Diseñador de Alta Costura

www.as-altamoda.com.ar

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