LOLA MORA: Emprendedora de arte, amante de su tierra
Su vocación fue un instinto que se manifestó en sus primeros años de vida. Lola Mora no pudo desarrollar con éxito las empresas comerciales que intentó construir, pero dejó el legado de un emprendimiento vasto que va desde la calidad de sus obras hasta su ferviente actitud nacionalista. Lola nació en Salta en 1866, y fue educada en la Villa Vieja de Trancas, en el Colegio del Huerto de Tucumán, donde brilló en las clases de arte. Su talento la trasladó a Buenos Aires y, más tarde a Roma, donde llegó becada por el gobierno argentino. Toda Europa admiraba sus obras. Y ella amaba su tierra.
En Australia fue concluyente al rechazar la exigencia de abandonar la ciudadanía
Lola murió el 7 de junio de 1936, en Salta, luego de enfermarse y perder la razón. El movimiento de sus manos está impregnado en la magia que sobrevuela el aire de sus esculturas. Lola llegó a descubrir que siempre estaría viva.