Conoce el mundo de los emprendedores como pocos, habla de ellos con el conocimiento y rigor que dan los años y haber dirigido el Centro de Emprendedores del Massachusetts Institute Technology (MIT) durante 13 años. Kenneth Morse no tiene pelos en la lengua. En esta entrevista desmonta algunos clichés del emprendedor español.
DE UN VISTAZO
- Edad: 64 años.
- Nacionalidad: estadounidense.
- Estado Civil: casado
- Hobby: salir a navegar en su yate de madera con su mujer Laura, sus hijos y sus nietos.
EMPRENDEDORES. Después de dar clases y tratar con emprendedores en muchos países, ¿qué ventajas y desventajas ve en los emprendedores españoles?
Kenneth Morse. Veo que el nivel de educación es alto. Les gusta la tecnología. En general, son muy buenos trabajadores. Y también lo son a la hora de trabajar en equipo. En lo que ya no son tan buenos es en las ventas. No conocen suficiente el mundo que hay al otro lado de los Pirineos.
EMP. ¿Algo más?
K.M. Sí, que a veces no entienden que equivocarse forma parte del proceso de todo emprendedor. Recuerdo que una ocasión, en una cena en Boston con 250 emprendedores, presentamos casos de empresas de éxito y de otras que habían fallado. Cuatro jóvenes, a los que les había ido mal, se levantaron y explicaron su caso. Al acabar la cena los cuatro tenían trabajo. ¿Cree que eso sería posible en España?
EMP. Supongo que no.
K.M. Respuesta equivocada. Debería haber dicho: “No, todavía”. Hay un dicho en Taiwan que asegura que Equivocarse es la madre del éxito.
EMP. ¿Cuáles son los principales errores?
K.M. No darse cuenta que el equipo y los clientes son más importantes que la tecnología o la innovación.
EMP. ¿Se atreve a decirme cuáles son los principales errores que ha cometido usted?
K.M. Esperar demasiado a despedir a los empleados que no cumplen, porque ellos destruyen el ambiente positivo a los demás. Por otra parte, otro de mis errores ha sido intentar hacer demasiado yo mismo, en lugar de compartir la responsabilidad. Pero, si usted me permite, acabo con los problemas que veo en los españoles.
EMP. Le escucho.
K.M. Quizás los españoles tengan otro problema y es que tienen celos, envidia de los demás. Me gustaría que los españoles aprendieran a celebrar más el éxito de los otros.
EMP. Cervantes dijo: ¡Oh envidia, raíz de infinitos males y carcoma de las virtudes!
K.M. Me parece acertadísimo. Le diré otra frase. “Enseña a tus hijos a vender, antes de que vayan al Instituto”.
EMP. ¿Eso también lo dicen en Taiwan?
K.M. Eso es de mi cosecha. Los niños deben aprender sobre ventas desde pequeños y los padres deberían inculcarles el tema e involucrarlos en sus negocios a partir de los 7 ó 10 años. Ayer estuve en una competición de robótica organizada por Cosmocaixa entre niños menores de 16 años. Fue fantástica. Este tipo de actividades crea un sistema de valores correcto en los niños.
EMP. ¿Para usted las ventas son la clave en toda empresa?
K.M. Absolutamente. Pero cuando hablo de vender lo digo en el sentido más amplio. Un consejero delegado se vende a sí mismo y a su compañía cuando quiere contratar nuevos empleados o colocar un producto en el mercado. Vender es una ciencia, no un arte. Se puede enseñar incluso a los ingenieros. De hecho, tanto en Barcelona Activa como en Esade me han pedido que enseñe exactamente eso: vender.
EMP. ¿Qué es lo primero que dice a sus alumnos?
K.M. Mírate al espejo cada día y obsérvate. Dios te ha dado dos orejas y una boca. Por algo será. Escuchar es el primer paso para vender. Hay que entender las necesidades de la otra persona y encontrarle soluciones. Es muy importante saber qué necesita el cliente y encontrarle una aplicación adecuada. Por ejemplo, no me parece acertado empezar una reunión con una demostración del producto, porque puede que no lo necesite. No le vendas lo que no necesita.
EMP. ¿Cuál es el factor diferenciador que hace que una empresa tenga éxito?
K.M. Un equipo excelente, con una idea notable siempre funcionará mejor que un equipo notable con una idea excelente. El mercado siempre cambia y el equipo excelente será capaz de adaptarse. Por lo tanto, lo primero, tener un equipo excelente. En segundo lugar, que tu mercado sea grande. En una economía globalizada debes mirar más allá de tus fronteras porque el mercado español se acaba pronto. En tercer lugar has de tener tecnología como fuente de competitividad sostenible. La sociedad española necesita crear puestos de trabajo de valor añadido y seguramente los crearán las grandes compañías de alta tecnología basadas en el conocimiento.
EMP. ¿Cuál es la importancia real de la intuición en los negocios? ¿Está sobredimensionada?
K.M. La intuición es otra forma de describir el juicio que viene de la observación profunda y de poner en práctica lo que yo llamo, “patrón de reconocimiento”. El sentido común y la intuición son básicos, y si quiere que le diga mi opinión, francamente, no abundan.
Sectores para emprender
Todo lo que tenga que ver con las nuevas tecnologías, ciencias de la vida y estudio sobre el cerebro humano tiene un buen porvenir. Palabra de Morse
Morse considera que las empresas con más futuro serán las de nuevas tecnologías, o las que implican nuevos modelos de negocio como eDreams, Invenio o Aifos. También augura un buen porvenir a las empresas dedicadas a las ciencias de la vida y estudios sobre el cerebro humano. Este último ámbito “es una frontera muy prometedora. El éxito en este campo tan importante requiere de la combinación interdisciplinar de avances en química, genética, informática y la comprensión de las redes tecnológicas”, asegura. Según Morse, es fundamental crear un buen equipo formado por el investigador y una persona que venga del mundo de los negocios, ya que no siempre el científico es un buen emprendedor. Y añade que, en los próximos años, la mayoría de empleos en España vendrán de la mano de start-ups.
AMBICIÓN E INTUICIÓN
Para Kenneth Morse, los emprendedores deben tener ambición e intuición. Aunque con matices: “Los buenos emprendedores son ambiciosos para su equipo, no por ellos mismos. Los lobos solitarios sólo crean pequeñas compañías”, asegura. Respecto a la intuición señala que “es otra forma de describir el juicio que viene de las observación profunda y de poner en práctica lo que llamo ‘patrón de reconocimiento’. El sentido común y la intuición son básicos y, francamente, no abundan”. En cualquier caso, hay patrones comunes a todos los emprendedores, “existen más similitudes que diferencias. Los emprendedores exitosos, no importa de qué lugar sean, demuestran una gran ambición, un ego bajo y no son lobos solitarios. Están más interesados en las ganancias del equipo que en su reconocimiento personal. Son curiosos, escuchan bien y solucionan problemas, algo que crea buenos líderes de ventas”.
Fuente: Revista Emprendedores (España)