Entusiasta vs. Reformador: Las personalidades del emprendedor

¡Qué sensación de estar vivo produce la realidad  de emprender !Días en los que te levantas y el mundo es demasiado pequeño,las oportunidades son infinitas, y rebosas ilusión desbordante. Otros en los que no te atreves a salir de la cama y en los que los problemas parecen no tener solución. Bienvenido al magnífico mundo de los experimentos : las Startups. Ésta maravillosa montaña rusa emocional , que sin duda sacará la mejor y peor versión de tí mismo . Llega un momento en que la aceptación de éstas situaciones y condiciones, y el posicionamiento con respecto a ellas , las que marcarán la diferencia entre el éxito y el fracaso.

Hoy queremos hacer el ejercicio de compartir con un poco más sobre ese «entusiasta» y ese «reformador» que forman parte de todo emprendedor  . Dos tipos de personalidad opuesta, compartiendo un poco más sobre nuestros cubos.

ENTUSIASTA : Activo, Divertido, Espontáneo, creativo. En su mejor estado llegan a convertirse en personas versadas y agradecidas.Llegan a ser muy sensibles, excitables y entusiastas respecto a sus experiencias. Son alegres, flexibles y animosos. Se convierten en realizadores versados y en individuos con aptitudes y conocimientos variados que hacen bien muchas cosas distintas. En su estado promedio en ocasiones suelen convertirse en consumidores ávidos, individuos mundanos , establecedores de modas y cualquier cosa que se les ocurra para buscar sensaciones nuevas.Temen aburrirse y tratan de aumentar su estímulo distrayéndose con cosas nuevas. En su estado más malsano llegan a ser insensibles, egoístas y egocéntricos y se frustran fácilmente

 

 

 

REFORMADOR : El tipo racional,idealista, determinado , crontolado y perfeccionista . De sólidos principios, con miedo a hacer lo correcto. La integridad y la rectitud se convierten en sus valores y habilidades más características En su estado más sano, son sabios, empáticos y tolerantes. Se convierten en grandes consejeros, y adquieren un equilibrado sentido de la realidad. En su momento promedio se vuelven críticos con los demás, sienten cierta incorfomidad personal y con frecuencia comienzan a trabajar compulsivamente. Siempre tienen opinión sobre todo , identificando simpre «lo correcto» o lo que «debería hacerse» . En su peor estado llegan a convertirse en intolerantes , inflexibles y dogmáticos.

 

No existe una fórmula mágica base para todos. Hay que encontrar la de cada uno, para aceptar tanto que podemos tener partes promedio y malsanas como a identificarlas para reconvertirlas a la mejor versión. Lo que sí queda es ese esfuerzo, que todo emprendedor debe de hacer, por sacar la mejor versión de ambas partes. Recuerda, nada cae en saco roto , y puede ir moldeándose con el tiempo , ofreciendo cada vez un mejor entusiasta y reformador.

A la postre emprender ya no sólo consiste en desarrollar y vender un nuevo producto o servicio, sino en sacar esa mejor versión de nosotros mismos cada día.

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