«En época de crisis hay más motivación para empezar actividades innovadoras»

Niels Bosma es profesor del departamento de emprendimiento e innovación de la Universidad de Utrecht School of Economics (Utrecht University), en Holanda; e investigador de la escuela Vlerick Leuven Ghent Management School y de la Global Entrepreneurship Research Association. Desde el año 2005 ha contribuido activamente como director de investigación en el GEM (Global Entrepreneurship Monitor).

El informe GEM 2011 en Euskadi dice que ha mejorado la tasa de emprendimiento respecto a 2009 y 2010, que fueron años de retroceso. ¿Es la crisis buena o mala para emprender?

La crisis tiene ambos efectos. Los negativos suelen ser más obvios cuando la demanda de los productos y servicios decrece y obtener financiación es más difícil, luego menos personas deciden actuar sobre una oportunidad de negocio detectada anteriormente. Otros pueden estar forzados a empezar a vender productos porque no ven otra opción para obtener ingresos. En este sentido, los informes GEM han demostrado que el emprendimiento por necesidad se ha incrementado en los últimos años en España. Los efectos positivos de la crisis son que muchas veces hay más apoyo y motivación para empezar actividades innovadoras. Las compañías existentes cambian su modelo de negocio y estrategias y los individuos que tenían ideas nuevas pueden verlo como el momento idóneo para actuar. Si están trabajando y ven que su puesto de trabajo está en riesgo, éste puede verse también como un buen momento para emprender. No obstante, los emprendedores más ambiciosos emprenden haya crisis o no.

¿Quién emprende? ¿Hay un perfil marcado? Y, en todo caso, ¿qué característica se necesita?

No hay un perfil definido, aunque normalmente se trata de hombres jóvenes o de mediana edad que cuentan con recursos para emprender, ya sean financieros, relacionados con la experiencia como trabajador o emprendedor o con el capital humano. Los emprendedores más ambiciosos suelen tener un alto nivel de formación y para convertirse en un emprendedor de éxito es importante tener ambiciones, asumir riesgos, tener una actitud proactiva, perseverancia y acceso a recursos.

Si no hay dinero para emprender, ¿cómo se hace esto?

Si los bancos no dan crédito, muchos emprendedores que creen que tienen una buena oportunidad de negocio, se autofinancian, por lo que parten con un capital semilla pequeño y tratan de involucrar a otros en el proyecto. Recientemente, el crowd sourcing (presentar la idea de negocio on line invitando a varios potenciales socios que estén interesados en participar en un proyecto a cambio de obtener beneficios) se ha convertido en una vía popular para obtener recursos financieros. Por otra parte, las personas no tienen por qué emprender. En primer lugar, no todo el mundo puede ser (o debe ser) emprendedor. En segundo lugar, las personas pueden tener una actitud emprendedora en la sociedad, sin tener que poner en marcha un negocio y pueden contribuir en su empresa o en proyectos para las comunidades locales.

A menudo, sucede que muchas de las actividades iniciadas son bares, peluquerías, tiendas… ¿Qué opina de este tipo de emprendimiento?

No aporta quizá una nueva competencia en el mercado, pero es un tipo de emprendimiento que merece la pena tener en cuenta, ya que sin estos negocios el ecosistema de la región no estaría completo. Asimismo, también otros modelos de negocio innovadores en estos sectores se han ido desarrollando y creciendo hasta llegar a convertirse en grandes multinacionales. Un Ejemplo de ello es The Body Shop, que comenzó siendo un negocio pequeño pero con una filosofía diferente.

¿Cuáles son los sectores en los que más se emprende?

No creo que el sector en sí mismo sea un aspecto relevante. Tras los ataques terroristas del 11-S, en 2001, estaba claro que el sector de la seguridad iba a crecer. Ahora, el reto puede estar en el sector financiero, que necesitará una reestructuración.

¿Somos muy distintos en Euskadi al resto del mundo?

Los vascos, hasta donde sé, son parecidos a los emprendedores de otras regiones de Europa occidental. Obviamente, el ejemplo de Mondragon es interesante, ya que los trabajadores son dueños de la empresa y en ese sentido, actúan como emprendedores también. En la actualidad, la experiencia de Mondragon se ve como una vía potencial para obtener ecosistemas regionales más duraderos. En lo que respecta a otros países, hay grandes diferencias. La actividad emprendedora en América Latina forma parte de su cultura, mientras que esto no se da en Europa del Este y gran parte de Asia. En Europa existen diferencias entre el norte, con pocas pero exitosas startups, y el sur, con muchas pequeñas empresas y negocios familiares duraderos.

¿Qué debe cambiar para progresar en la cultura del emprendimiento?

La educación puede ser la clave para estimular una cultura emprendedora, junto con los medios de comunicación. Desde la Educación Primaria se puede ayudar a que los niños detecten más oportunidades emprendedoras. El fin tendría que ser fomentar un comportamiento emprendedor e innovador en los jóvenes y no necesariamente que creen su propia empresa.

Si nos comparamos con otros países en lo referente al apoyo institucional al emprendimiento…

En EE.UU. no es necesario apoyarlo porque el emprendimiento está en el ADN de los ciudadanos, pero en Europa y en los países de la UE se ha hecho un gran esfuerzo para promover el emprendimiento y creo que esto ahora está dando su fruto. Se ha logrado que, al menos, la aceptación y la popularidad de los emprendedores, en general, haya crecido y sobre todo que los jóvenes tengan una percepción más positiva.

¿Qué puede hacer la Administración para impulsar el emprendimiento cuando los recursos menguan?

Por ejemplo, los microcréditos y facilidades financieras para empresas de alto potencial pueden ser eficientes y pueden no representar un gran coste en términos presupuestarios siempre y cuando éste esté organizado eficientemente. Para ello es importante que haya interrelación entre todos los departamentos gubernamentales (educación, empleo, economía e innovación, asuntos sociales) y a lo largo del tiempo. De lo contrario, las políticas no serán exitosas. Los emprendedores y los potenciales emprendedores han de tener confianza en la consistencia de las políticas.

Luego está el intraemprendimiento. Usted acaba de publicar un trabajo sobre ello. ¿En qué consiste?

La actividad intraemprendedora hace referencia al comportamiento emprendedor dentro de una empresa (desarrollo de nuevos productos, nuevos mercados y creación de nuevos negocios), por parte de sus trabajadores como parte de su actividad laboral. Por ejemplo, países como Suecia, Finlandia, Dinamarca y Bélgica, que poseen instituciones que proveen de muchos beneficios a los trabajadores, se caracterizan por tener una alta actividad intraemprendedora. Las ventajas son que los individuos que poseen un comportamiento emprendedor por naturaleza se encuentran en un entorno seguro para emprender, ya que aunque existan posibilidades de que los proyectos fracasen, éstas siempre son menores que si emprendiera por su cuenta.

¿Algún modelo a seguir?

3M y Google son ejemplos de compañías que fomentan el comportamiento emprendedor de los trabajadores. Estas empresas creen que es bueno dar la iniciativa a los emprendedores para que la compañía crezca, aunque se arriesguen a que algunos de los trabajadores dejen la compañía para empezar su propio negocio. Otro ejemplo es la Playstation de Sony, que surgió de las ideas de un trabajador. Si Sony no lo hubiera apoyado, probablemente esta empresa estaría en una situación menos favorable.

¿Es bueno o malo que un emprendedor no termine de volar solo y se refugie en la empresa?

La mayoría de los trabajadores no abre un negocio por su cuenta, aunque tengan más posibilidades de hacerlo (tres veces más) que otros. Sin embargo, algunos trabajadores que deciden poner en marcha un negocio están en la actualidad (incluso financieramente) apoyados por una empresa madre: a pesar de que se trate de una actividad no relacionada con su actividad principal. El análisis histórico muestra que los trabajadores que crean una empresa dentro de otra o para otra, han sido claves para el desarrollo de los clústeres, como la industria automovilística de Detroit en la década de los 20 o Silicon Valley. Que creen su propia empresa supone una pérdida d e talento para la empresa madre, pero beneficia a la economía regional a largo plazo.

# Niels Bosma es Profesor del Departamento de Emprendimiento e Innovación de la Universidad de Utrecht (Holanda)

fuente: DEIA

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