El problema de emprender en España

Una de las consecuencias más notables, y devastadoras, de la crisis económica es el hecho de que se ha creado un contexto nocivo para emprender.  En las redes sociales, en las calles, en la televisión, la gente clama en contra de los empresarios. Monstruos sedientos de dinero que oprimen y explotan al “pueblo”.  La gente odia a los empresarios. Y no es un problema nuevo, ya hace unas cuantas décadas Friedrich Hayek se preguntaba cómo podía esperar un país que sus ciudadanos se lancen a crear una empresa o un negocio (haciendo crecer la economía y el trabajo) cuando se les bombardea sistemáticamente con que ser empresario es una auténtica vergüenza.

Esa mentalidad, errónea en buena parte (pues de todo hay), es una de las losas que frenan a los emprendedores no sólo en España, sino en  muchos otros países. Ninguna ayuda o motivación podrá competir con el hecho de que no se considere a un empresario una persona que merece respeto. Y lo son. Los emprendedores, como norma, son gente con visión, gente que es capaz de tomar las riendas de su profesión y crear algo de la nada. Personas con iniciativa, que en lugar de esperar que alguien les regale su función prefieren hacérsela ellos a medida. Eso es valentía. Y sólo hemos tratado de dar una pequeña muestra de virtudes que definen a un emprendedor. Desterrar el odio hacia los empresarios es una de las claves para que los emprendedores se lancen a crear algo nuevo y revolucionario. Que haya empresarios que merecen ser castigados (lo cual está en manos de nosotros mismos, como clientes), no significa que haya que vilipendiar a todo aquél que dirige una empresa.

El ansia de crear algo nuevo (y ganar dinero con ello) es la piedra que mueve a un emprendedor. Y no se trata de algo que sólo esté en manos de grandes compañías, puesto que la mayoría de ellas comenzaron muy abajo. Sea cual sea nuestro mercado, si somos inteligentes y arriesgados, podremos encontrar nuevas vías donde asentar nuestro negocio. Un buen ejemplo sería el de las empresas de seguridad en Internet, como Symantec. En un mundo en el que cada vez nos manejamos más por el ciberespacio, esta compañías han sabido ver el nicho de mercado que la seguridad online ofrece, y no sólo en lo que los ordenadores se refiere, sino actualmente en móviles, tablets y demás dispositivos con conexión a la red y que también demandan seguridad y protección de datos. Es sólo un pequeño ejemplo de a dónde se puede llegar si se confía y se trabaja en una buena idea.

Tres son las claves de un buen negocio que quiere crecer: Originalidad (crear algo nuevo), calidad (ofrecer algo valioso) y pasión (amar lo que uno hace). La revolución en la comunicación es lo que ha hecho a Facebook gigante. La seguridad que ofrecen los certificados ssl gratis de Symantec han fidelizado a sus clientes. La funcionalidad masiva del iPod fue lo que revivió e a Apple. La riqueza hay que crearla, no cae del cielo y la calidad de producto y servicio son las piedras angulares de la misma.

Sin estos ingredientes y el respeto por parte de los clientes de quienes son capaces de incorporarlos a su empresa difícilmente podremos crear un “ecosistema” que fomente a los emprendedores.

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