“La gran recesión americana” ha creado más emprendedores que empresarios

Según el «Índice Kauffman de Actividad Empresarial«, durante la Gran Recesión, más estadounidenses se han convertido en emprendedores que en cualquier momento en los últimos 15 años. Para ser exactos, un 0,34% de los estadounidenses ha creado un negocio al mes en 2010, o lo que es lo mismo, se han creado 565.000 nuevas empresas, y este dato representa el nivel más alto de la iniciativa empresarial en la última década y media.

Esta crisis nos muestra su cara más dura, se crean emprendedores, pero no empresas con ánimo de contratar un alto número de trabajadores, son fundadores obligados por el desempleo a buscar modos de supervivencia para el y su familia, y no tienen interés en embarcarse en proyectos que le obliguen a asumir la responsabilidad económica de la contratación de empleados, debido en gran medida a la falta de ayudas a la estimulación del empleo.

Esta tendencia, tarde o temprano la vamos a ver reflejada en nuestro país, y si se mantiene durante mucho tiempo, podría tener graves efectos tanto a corto como a largo plazo sobre el crecimiento económico y la creación de empleo.

Debemos fomentar emprendedores, pero que tengan un marcado «ejemplo a seguir» – que sean emprendedores porque analizan las oportunidades de negocio, asumen el riesgo y ejecutan las acciones para capitalizarlas, generando riqueza y empleos razonablemente bien pagados. Personas con visión, capacidad de sacrificio, y soñadores, que buscan constantemente nuevas oportunidades, y con más ganas de construir un negocio que de gestionarlo, apasionados por lo suyo y rebeldes en parte con el entorno.

Emprendedores que tarde o temprano necesitaran la figura del gestor, que lleve el día a día con sus problemas y sus alegrías, pero buscando muchas veces más la seguridad que la exponencialidad. Donde la figura del emprendedor fundador, siga ayudando a mantener ese mayor nivel de innovación en los negocios, siga rompiendo esquemas y busque de que manera conseguir una nueva vía de negocio.

Ya lo decía Ana María Matute, con una voz tierna y sensible, hace pocos días en su discurso de aceptación del Premio Cervantes de manos del Rey en la Universidad de Alcalá de Henares «El que no inventa no vive«, un alegato en favor de la alegría, en favor de la invención, del entusiasmo de inventar, unos pocos minutos que me supieron a gloria.

Solo un dato lo puedo ver como favorable en el Índice Kauffman de Actividad Empresarial, los latinos experimentaron el mayor aumento de la actividad empresarial entre 2009 y 2010 en creación de empresas, aumentando del 0,46 por ciento en 2009 a 0,56 por ciento en 2010, la tasa más alta durante los 15 años, pues eso, sigamos inventando, viviendo y disfrutando con lo que hacemos.

autores: Candice Laporte y Sebastien Chartrie
fuente: Blogs Cinco Días

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