Los argentinos y la improvisación

Ustedes sabrán comprenderme, espero. Entiendan que por ser taurino, me distingue la testarudez (no testaradez, ojo). Digo esto porque siempre me gustó la idea de compartir lo que me pasa a través de asociaciones libres con ustedes.

Hoy, y no me pregunten porque, tengo ganas de hablar de teatro. Hace un tiempo fui a ver al “Mosquito” Sancineto, un emprendedor y pionero de la improvisación. Recuerdo que era un espectáculo muy original en donde los espectadores proponíamos títulos y géneros y dos equipos de actores se enfrentaban en un match de improvisación, haciéndonos pasar un momento entretenido y de alta calidad.

El tema es que la improvisación me hizo pensar una y otra vez en la relación entre la obra y nuestra personalidad. ¿Cómo no va a resultar divertido el show si como argentinos es una especialidad que practicamos con pasión? Alguien tira un tema y disertamos como si hubiésemos nacido con el conocimiento en las células. Escuchamos una conversación y si no metemos un bocadillo repleto de nuestra sabiduría nos reservamos el derecho de criticar la ignorancia de los otros. Somos capaces de aconsejar por igual a emprendedores, ministros, gobernantes, religiosos, directores técnicos, médicos, sastres, etc. porque somos licenciados en «de todo un poco». El punto es que estos actores entrenan duro para improvisar mientras que nosotros, muchas veces, improvisamos para no trabajar duro.

Tenemos una tierra espléndida con multiplicidad de paisajes, climas y oportunidades. Poseemos un talento y una inteligencia que nos permite sobresalir en los puestos más exigentes de las empresas más exigentes de las naciones más exigentes. Somos un pueblo que reacciona ante la adversidad y se recupera con envidiable rapidez.

Si tan solo dejásemos la improvisación para el teatro, cuanto mejor nos iría!!!

Feliz semana, feliz vida, felices emprendimientos

Marcelo Berenstein
emprendedores@emprendedoresnews.com

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