Exageradamente breve historia de tragedias
La relación Japón con los terremotos es de larga data. Para no irnos muy atrás en el tiempo, entre el siglo 20 y lo que va del 21, los japoneses sufrieron casi 18 terremotos de magnitud en los que murieron casi 170.000 personas, sin contar este último ya que al momento de escribir este artículo, la cifra oficial llegaba a casi 3.400 muertos y casi 7.000 desaparecidos y se especulaba con cifras muchos más altas
A estos sumemos otras tragedias, como las bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki que dejaron más de 220 mil muertos.
Japón es distinto
Más de 400.000 muertes en grandes tragedias en 110 años es una cifra que deja huellas en cualquier nación. Claro que las dejó en el alma del pueblo nipón, pero de una forma diferente si la analizamos desde nuestra perspectiva occidental e idiosincrasia latina. Pasada la 2° guerra, se produjo el denominado “Milagro japonés” y el país se convirtió en la tercera economía del mundo por detrás de Estados Unidos y China.
¿Cómo un país con tan poco territorio, con escasos recursos naturales, poca superficie cultivada y con sólo 1,5% de su superficie disponible para la ganadería se convirtió en una locomotora de la economía mundial?
En muchos sitios podrán encontrar respuestas vinculadas con la mentalidad japonesa, además de teorías económicas, datos, etc., pero aquí prefiero buscar algunas respuestas en algo más profundo: el espíritu del pueblo nipón. Y nada mejor que citar algunas reflexiones de alguien a quien considero uno de los empresarios más inspiradores que conocí: Carlos Kasuga Osaka, un mexicano hijo de japoneses, cuya magnífica historia pueden leerla en la nota “La cultura japonesa en la empresa”
Les dejo algunas frases de Kasuga que reflejan la luminosidad del alma de la cultura japonesa y nos puede permitir comprender porque pese al rosario de grandes tragedias se han convertido en una potencia. Y porque, en algunas décadas, seguramente volverá a serlo:
“Analizando las diferencias entre Japón y los países latinoamericanos, veo tres diferencias importantes. La educación, la religión y la actitud hacia la vida misma y la naturaleza…
“… Existen cuatro pasos para ser un empresario de excelencia. Estos pasos son: el bien ser, el hacer, el bien estar y el bien tener.
El «Bien Ser»: Honesto, puntual y disciplinado.
El «Bien Hacer»: Haz las cosas bien, Si vas a nadar hazlo bien, y si vas a estudiar hazlo bien, y si vas a hacer el amor hoy en la noche, hazlo bien, entrégate.
Las personas que son un «bien ser» y dan a la familia y a su escuela más de lo que recibieron, llegarán al tercer paso: el «Bien Estar», y quienes siguen estos tres pasos en este orden, tarde o temprano llegarán a lograr un «Bien Tener»…
“…Actitud ante la naturaleza: En cada acto importante de la vida planta un árbol: cuando se casen planten un árbol, cuando nazca un hijo tuyo planta un árbol, cuando entres a la primaria planta un árbol, antes de cualquier evento realmente importante, planten un árbol. Si tu padre y tu mamá plantaron un árbol cuando naciste, a ese árbol lo quieres, porque significa mucho para ti. Pero si aquel árbol lo siembra el gobierno nos importa un comino. Por eso es importante que hagamos nuestras propias cosas, para que las amemos. Por eso, la juventud tiene que ser emprendedora…
“… La religión: En un programa de televisión al que me invitaron, yo traducía a un grupo de trabajadores japoneses y el moderador preguntó ¿cuál es la diferencia entre los trabajadores japoneses y los occidentales? Los japoneses dijeron: «Hemos visitado muchas empresas y creemos que el trabajador latinoamericano es mucho más hábil, pero el día de hoy acabamos de estar en el pueblo y nos hemos dado cuenta por qué las relaciones entre los obreros y la empresa son tan deficientes. Lo que vimos en el pueblo, es que los dos pueblos, el japonés y el occidental son iguales: les gustan las peregrinaciones, los amuletos, los fuegos artificiales, etc., pero ustedes van a los templos a pedir y a esperar y en el Shintoismo nosotros vamos a ofrecer.
Por eso, nos hemos dado cuenta que los sindicatos occidentales presentan pliego de peticiones y los sindicatos japoneses presentan pliego de ofrecimientos, ¡Pequeña gran diferencia! ¿A qué me refiero con esto? Si fabricarnos 1.000 auto, ofrecemos el año entrante fabricar 1.200 ¿Y qué ofrece la empresa? Tenemos 5 % de errores en la producción, ofrecemos reducirlos al 3 %. Y en base a esos ofrecimientos, las empresas japonesas han logrado un nivel de error insignificante, calidad total y «Just in time»…
“… Actitud ante la vida misma: Somos como el elefante del circo que siendo gigante y poderoso no puede librarse de una débil cadena. ¿Porque no se libera? Por que de pequeño lo tenían atado con una cuerda de la patita y él quería ser libre y ¡tiraba y tiraba! quería ser libre. Se lastimó la pierna, sangró y después le salió un callo y no solo en la pata, sino también en la cabeza, el callo del «yo no puedo». Y así hay muchos jóvenes que llegan a tener 20 años y que ya son adultos y tienen su diploma y «ya no pueden», ¿Porqué? Por que desde chiquitos estuvieron escuchando todos los días: “eres un bruto, eres la vergüenza de la familia, eres un malcriado, siempre te reprueban, etc.”. Entonces, ese joven llega, a ser grande y como el elefante, a determinada hora lo único que hace es salir a trabajar, dar las vueltas que tiene que dar, ni una más ni una menos, mueve la trompita, termina y se lo llevan a la jaula y alguien le trae de comer. Y así son muchos empleados que nada más hacen lo esencial. ¿Qué deben hacer? ¡Que el objetivo hoy sea ser feliz y disfrutar lo que hago! Prepárense para que su objetivo de vida no sea que den las cinco de la tarde ¡Qué triste! Mis empleados saben que son ayudantes de Dios, que todos los días están creando productos que dan alegría a los niños o que llevan salud a sus hijos. Los de diseño saben que lo que diseñan no existía y que gracias a su ingenio están saliendo productos nuevos de sus plantas.
Mientras hay padres de familia, maestros, empresarios, que todos los días están creando fracasados, también hay maestros, padres de familia, empresarios y jefes que todos los días están creando triunfadores…
“…Mis trabajadores son los mejores pagados del sector. El reparto de utilidades que reciben, es lo que ganaron en un año de sueldo. Pero, ¿cuánto retira el empresario en estos 15 años que tenemos de existencia? Ni un solo centavo. Así es como las empresas de los japoneses crecen. Cuando éstas todavía no cumplen 20 años, nosotros, no retiramos ni la Parte Japonesa ni la Parte Nacional. Es pura inversión y reinversión. Y quiero que lo entiendan Uds. futuros empresarios, jóvenes, que están en la universidad pensando ¿Qué vamos a hacer? Es como el enamoramiento. Cuando hacen el Plan de Negocios es la concepción. El embarazo cuando construyen la fábrica cuando la inauguran es el nacimiento. Después ya tienen un bebé. Dentro de los tres primeros años tienen que cuidarlo a diario, con el único objetivo de hacerlo crecer. Pero en nuestros países el 84% de todas las empresas nuevas quiebran en los 3 primeros años, porque los papás quieren que el bebé les ponga auto último modelo, alfombra, aire acondicionado, muebles de caoba y una secretaria rubia de minifalda. ¡Pues quiebra! Después viene la adolescencia y después llegan a ser adultos. Allí es cuando las empresas japonesas empiezan a hacer reparto de utilidades a los socios. Así es como crecen las empresas japonesas, por eso son empresas multimillonarias y empresarios pobres. Y la diferencia de sueldo de un obrero y el presidente de la compañía son ocho veces lo que gana el obrero de más bajo nivel..”
Todos nuestros sentimientos más luminosos para nuestros hermanos japoneses. Nación emprendedora, pueblo inspirador…
強制的に日本… 我々はあなた達と共にあります
Feliz semana, felices emprendimientos, feliz vida para todos.
Marcelo Berenstein
mberenstein@emprendedoresnews.com