¿Por qué?
Hay tantas razones para no emprender como personas que no lo hacen sin embargo la mayoría de las excusas tienen al miedo como denominador común.
Al miedo no hay que evitarlo y tampoco luchar demasiado para derrotarlo porque ambas tareas son titánicas y poco probables de ser exitosas. Es más eficaz, primero reconocerlo y luego manejarlo; de este modo, deja de ser un escollo para convertirse en un poderoso combustible. No es una utopía sino una decisión que tenés que tomar porque enfrentar los miedos es difícil pero es peor estar la vida entera con ellos.
Hace unos años, en mi primer viaje a la India, un maestro espiritual me enseñó que en el camino espiritual la duda te permite avanzar y el miedo te lo impide. Dudar nos lleva a indagar, a buscar respuestas y encontrar soluciones. El miedo, en cambia, paraliza.
Con los emprendimientos sucede algo similar. Si dudas, vas encontrar alternativas pero si temes, no das ni un cuarto de paso. Por eso, la realidad nos muestra que los que triunfan no son siempre los más preparados, ni los mejores graduados sino los que tienen una actitud más arriesgada, los que se animan, los que enfrentan sus temores, los que no les importa caer porque saben que cada golpe puede convertirse en un peldaño al cielo.
Cuantas veces escuchamos la referencia a la libertad que tienen los pájaros; sin embargo para emprender no tenemos que ser como ninguno de los tres de este cuento:
“Había tres pájaros sobre un cable y dos decidieron volar lejos, muy lejos…
¿Cuántos pájaros quedan?
Respuesta: Quedan los tres pájaros. Porque una cosa es decidir hacer algo, y otra muy distinta, es hacerlo.
Feliz semana, felices emprendimientos, feliz vida para todos.
Marcelo Berenstein
mberenstein@emprendedoresnews.com