Obviamente, emprender implica el anhelo tácito de ganar dinero, pero el emprendedor internamente tiene claro que el primer enriquecimiento es espiritual. Tiene que ver con alcanzar la libertad interior de tomar decisiones y hacerse cargo de sus consecuencias. De luchar por ser feliz y saber que su emprendimiento puede convertirse en generador de sustento material, emocional y espiritual para sí mismo y su entorno.
A esto hay que sumar otro punto a favor. Creo que como nunca antes en la historia moderna, emprender tiene todo a favor para ser la mejor opción de vida, de desarrollo profesional, y de crecimiento personal. Está lleno de oportunidades, hay crisis de valores en el trabajo asalariado, hay una genuina energía de desarrollo personal y una convicción de que salir de la universidad corriendo a buscar un sueldo ya no es la mejor opción.
Si vas a emprender, tené en claro que probablemente tu primer emprendimiento no sea un golazo económico pero será la mejor jugada de tu vida.
En un mundo que se está reinventando y dejando atrás los paradigmas heredados por siglos, los emprendedores están llamados a escribir las páginas más importantes de esta nueva forma de vivir, hacer negocios y desarrollo. Yo ya me sumé, ¿vos?
Eso sí, si querés hacer realidad el momento es ahora. Ayer ya pasó,mañana es incierto,por eso emprendé en tiempo presente. Que no te pase como al niño de este cuento:
«Erase que se era un niño que dejaba todo para mañana.
Mañana estudio.
Mañana me ducho.
Mañana ordeno mi habitación.
mañana te ayudo a limpiar la casa.
Mañana saco la basura.
Mañana te acompaño a la compra.
Mañana pondré la mesa para comer.
Mañana visitaré a los abuelos.
Mañana haré deporte.
Mañana…
Mañana…
Mañana…
Pero llegó mañana y … no le dio tiempo de hacer todo, y tuvo que dejarlo para mañana!.
Feliz semana, felices emprendimientos, feliz vida para todos.
Marcelo Berenstein
mberenstein@emprendedoresnews.com