Más allá de que esté de moda, emprender no se trata de acumular conocimientos teóricos únicamente. Años de estudios y decenas de libros pueden ser necesarios pero lo imprescindible se aprende en la acción. La sabiduría práctica es el más alto tipo de conocimiento al que debemos aspirar. Los golpes, bloopers, lecciones y anécdotas que nos deja el accionar son nuestra fortaleza más segura para emprender.
A pesar de que vivimos en una sociedad que condena el fracaso, los emprendedores que hacen de su día a día una bitácora construyen con cimientos más sólidos. Quienes tienen memoria práctica ejecutan y gestionan mejor. Aquellos que hacen del fracaso y los errores un aula de vida multiplican su posibilidad de triunfar.
Lee todos los libros que puedas, andá a cuanta conferencia quieras pero jamás dejes de atesorar lo que te pasa, aunque parezca algo menor. Todo lo que te sucede esconde enseñanzas que se aplicarán en algún momento del mañana.
Les dejo este cuento. Tal vez sea bueno aprender de este viejo, cuya sabiduría práctica y sencilla le alcanza para lograr su propósito:
“Érase una vez, un viejo que tenía un lago en su finca.
Después de mucho tiempo, decide ir a ver si estaba todo en orden.
Tomó un cesto para aprovechar el paseo y traer unas frutas por el camino.
Al aproximarse al lago, escuchó voces animadas.
Vio un grupo de mujeres bañándose, completamente desnudas.
Al verlo, todas se fueron a la parte más honda del lago, manteniendo solamente la cabeza fuera del agua.
Una de las mujeres gritó:
-¡No saldremos mientras usted no se aleje!
El viejo respondió:
-¡Yo no vengo hasta aquí para verlas nadar o salir desnudas del lago!
Levantando el cesto, les dijo:
– Estoy aquí para alimentar al cocodrilo…
Moraleja: Edad, experiencia y oficio siempre triunfarán sobre la juventud y el entusiasmo
Feliz semana, feliz vida, felices emprendimientos
Marcelo Berenstein
emprendedores@emprendedoresnews.com