#EDITORIAL: El emprendedor que se aleja de la zona de confort

Imaginate que estás sentado en tu sillón preferido, trago en mano y de fondo, suena la música que te gusta con un clima agradable; sin dudas estás viviendo un momento de suma placidez. Uno suele pensar lo bueno que sería vivir así por siempre pero es imposible porque se trata solo de un instante. Una fracción de tiempo que se  termina para darle paso a otro instante que requiere de nosotros otro tipo de acción.

Ese instante de placidez es nuestra zona de confort y aunque lo creamos no se trata de un lugar maravilloso sino todo lo contrario. Es el lugar donde la comodidad y la seguridad aparente mantienen cautivo a nuestro espíritu emprendedor intentanto domesticarlo. No es un espacio amplio sino un hueco pequeño donde nuestros sueños y capacidades se acurrucan, resguardándose de la nada y dejando escapar múltiples oportunidades de emprender, crecer y prosperar.

Emprender es crear desde cero algo donde antes no había nada; implica salir hacia lo desconocido y enfrentar desafíos inéditos. Precisamente por eso, la zona de confort funciona como un ancla que tira nuestros sueños hacia abajo.

La seguridad es una sensación y tu zona de confort le gusta hacerte sentir que el estatismo, la ausencia de transformación y el salario son sinónimo de seguridad. Ella es como una grabación que automáticamente se enciende en tu cabeza cuando tu corazón decide lanzarse. Te tienta, te seduce y busca atraparte.

El tema es que la zona es chiquitita, estrecha y gris, aunque parezca lo contrario. Si tu espíritu te pide salir y tu comodidad te atrapa, inevitablemente te irás convirtiendo en un ser cobarde, temeroso y pobre. Porque vivir en la zona de confort es carísimo pues te cuesta los sueños, ilusiones y renunciar a la vida que quisieras vivir.

La comodidad es un estado de amenaza constante pero hay algunos tips para evitarla:

1. Sólo por hoy voy a salir de mi zona de confort

Todos los días esforzate por superarte en algún área de tu vida.

2. ¿Te va bien? Entonces no es tiempo de descansar

El descanso sobre los laureles no existe; solo se trata de una trampa que usa tu zona de confort para atraerte. Si te va bien, entonces es momento de que te vaya aún mejor. La inercia no es una cualidad emprendedora; siempre habrá nuevos desafíos por conquistar.

3. Honestidad brutal

No te mientas. Mirate con los ojos del alma y encontrá los puntos débiles que encuentres para trabajar sobre ellos y cerrarle la puerta a la zona de confort. El primer paso es reconocerlos.

4. Que no los enfrentes, no significa que no existan

No reconocer ni enfrentar tus zonas débiles no implica su inexistencia. Podes hacerte el distraído un tiempo pero más temprano que tarde tendrás que hacerlo porque con escollos importantes que te impedirán avanzar en tus emprendimientos.

5. Ayuda, Ayuda, Ayuda

Aunque tu espíritu emprendedor se manifieste con potencia, la comodidad siempre está esperándote a la vuelta de la esquina, por eso, estate siempre atento ante la primera señal de alarma… porque una vez instalado en la aparente comodidad, reemprender se te hará cuesta arriba…

Feliz semana, felices emprendimientos, feliz vida para todos.

Marcelo Berenstein

mberenstein@emprendedoresnews.com

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