Antídoto emprendedor contra la gente tóxica

Para emprender es importante alejar a la gente tóxica

Mantener alejada a la gente tóxica es esencial para mantener la calma y tomar mejores decisiones

Cuando emprendemos tenemos que ser conscientes que nos enfrentaremos a un buen número de imponderables y también de situaciones esperables.

Frente a los primeros no podemos hacer más que aceptar, agradecer y ser lo suficiente flexible para modificar de ser necesario.

En cambio, para las situaciones esperables lo aconsejable es prepararse y vivir en “modo alerta On” para hacer frente con mayores posibilidades de salir airosos cuando llegue el momento.

Las cosas factibles son numerosas y la cercanía de gente tóxica es una de ellas. Identificarlas puede no ser difícil ya que se caracterizan por llenarnos de pensamientos inútiles, sentimientos negativos y generarnos un estrés innecesario.

Cuando estos personajes se nos acercan se genera en nosotros un efecto dominó. La gente tóxica, como quedó dicho, nos estresa y causa un impacto negativo en nuestro cerebro.

Mantenerla alejada es esencial para mantener la calma y tomar mejores decisiones

El año pasado TalentSmart analizó la conducta de más de un millón de personas y concluyó que el 90% de la gente que mantiene la calma estando bajo presión tiene en común la habilidad de neutralizar a la gente tóxica.

En lo personal trato de mantenerme alejado de este tipo de personas… aunque a veces me falla el radar y caigo. Te aseguro que terminás perdiendo mucha energía, tiempo, salud y dinero.

Como todo, no es sólo la teoría sino la práctica lo que nos hace fuertes y da experiencia; por eso me permito compartir algunas técnicas que uso para detectar y alejar a la gente nociva de mi lado.

Poner el foco en las emociones para mantener a distancia prudencial a los tóxicos

Poner barreras: Una vez que le “sacas la ficha”, las personas tóxicas se vuelven predecibles por lo que podemos poner una “barrera protectora” proactiva. Esto es muy importante porque no siempre podemos elegir con quienes compartir el trabajo, un aula, etc. pero sí podemos decidir hasta donde permitirles avanzar sobre nosotros.

Saber poner límites: Las personalidades negativas son como sanguijuelas que chupan nuestra energía. Los reconocemos fácilmente porque viven quejándose y buscan acaparar el centro de la escena con sus problemas. Una buena forma de poner un límite es cortar la queja preguntando como poder ayudar a solucionar su problema ya que la protesta se desvanece y redirige la charla hacia el camino de la positividad, al menos esa es mi experiencia.

Aceptar la caída, levantarse y seguir: Todos podemos caer bajo el influjo de personas tóxicas. A pesar de mi edad, experiencia y estudios caí y sigo haciéndolo pero la diferencia es que en muchos casos me doy cuenta antes de caer, y si caigo, aprendí a salir rápido del influjo antes de que el daño sea mayor.
Un tip: cuanto más irracional sea el comportamiento de la gente tóxica, más fácil es detectarlas y prevenirse.

Cuidar el espacio de la alegría, el gozo y placer: Cuando me siento bien por algo que pensé, dije o hice trato de poner  un “cerco protector”  contra las opiniones ajenas. Se perfectamente que no soy tan bueno como dicen los que me alaban ni tan malo como afirman los que me critican. Me esfuerzo por mantener mi sanidad emocional tratando de no dar espacio ni crédito a las opiniones de los tóxicos.

No me engancho en el problema, me concentro en soluciones: Mi abuelo Juan siempre decía que “algo no tiene solución no es un problema y si la tiene tampoco lo es”. Es sencillo: si nos concentramos en los problemas, el estrés y la negatividad crecen; en cambio si ponemos el foco en las soluciones creamos un campo de positividad que aumentará las posibilidades de resolver los temas y reducir el estrés.  Con las personas negativas hay que actuar en forma similar pensando en cómo interactuar con ellas en lugar de concentrarnos en lo complicadas que son.

Perdono pero no olvido: Trato de irme a dormir cada día libre de rencores y penas. La experiencia me enseñó la importancia de perdonar y de no olvidar; como forma de evitar tropezar dos veces con la misma piedra.

Nunca estoy solo: Cuando era más joven me creía lo suficientemente fuerte y capaz para aguantar todo tipo de peso sobre mis espaldas. Con el tiempo aprendí que es un error y busco siempre apoyarme en alguien de mi confianza que me ayude no solo a descargar el peso energético de los tóxicos sino también para buscar expandir mi visión con otros puntos de vista.

Repito. Soy consciente de la importancia de no permitir gente tóxica en mi vida aunque no lo logro siempre. Mi visión positiva es que aun fallando estoy mucho mejor que si no lo hubiera intentado nunca. La vida está llena de “no puedes”, no debes”; “no lo hagas”, “no es el momento”, “no sirve” y millones de otros no.

Yo milito por los “si”.  

Feliz semana, felices emprendimientos, feliz vida para todos.

Marcelo Berenstein

mberenstein@emprendedoresnews.com

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