Inteligencia colaborativa

Un inteligencia complementaria y clave es la inteligencia colaborativa. Se resume en la frase: “Dime con quién andas y te diré quién eres”.

Las emociones son impulsos que preparan al organismo para la acción. Ante la pasión, la mente pierde el equilibrio. Aristóteles decía que: “es fácil ponerse nervioso, lo difícil es hacerlo con la persona correcta, con la intensidad correcta, en el momento correcto, por el motivo correcto y de la manera correcta”. La inteligencia emocional enseña a administrar las emociones, la inteligencia social le aporta el saber manejar las relaciones con los demás. En el ranking de las inteligencias múltiples la principal es la inteligencia vocacional, el que no sabe lo que quiere no puede ser inteligente. Como dijo Séneca: no hay vientos favorables para el que no sabe a dónde quiere llegar.

El poder interior, que en el mundo se conoce como empowerment ,surge de conocerse a uno mismo. Pero hay bloqueos que impiden materializar esa fuerza espiritual en logros concretos. Hay otros bloqueos además del emotivo. Para desbloquearlos existen las inteligencias complementarias. Una de ellas es la inteligencia creativa y estratégica, consiste en tener buenas ideas y en saber cómo llevarlas a la práctica.

La Fábrica de ideas del Instituto Ilvem tiene como objetivo actuar como catalizador de las buenas ideas. Se trata de descubrirlas, convertirlas en proyectos y luego ayudar a concretarlos. La fábrica las procesa en un tanque de ideas en función de su creatividad, innovación, viabilidad y capacidad de solucionar problemas de todo tipo.

Otra inteligencia complementaria y clave es la inteligencia social. Se resume en la frase: “Dime con quién andas y te diré quién eres”. El término “Economía Colaborativa” proviene de la expresión inglesa Sharing Economy  (compartir la economía). La desigualdad contribuyó a su desarrollo, como herramienta para defenderse y sobrevivir.

La economía es la ciencia de la escasez, porque los recursos son siempre limitados ante las múltiples necesidades del hombre. Nunca alcanzan, pero no siempre hay que inventar la pólvora. Japón luego de la segunda guerra mundial importó, copió y mejoró los productos made in USA, y se los terminó exportando. Esta isla sin recursos naturales, acosada por las tragedias naturales y por las guerras, pese a todas las calamidades, se convirtió en potencia mundial

Principios de la economía colaborativa

Son principios simples, como que la persona más inteligente es la que se rodea de personas más inteligentes que él.  O que todo especialista tiene el martillo de su saber, y que, por eso, todo lo que ve le parece un clavo. El principio general es que todos necesitamos ayuda. Los familiares y amigos no siempre pueden brindarla. De lo que se trata es de aprender a encontrar la ayuda perfecta para cada problema a través de una comunidad por afinidad. Los bancos de tiempo, por ejemplo, son construcciones sociales basadas en aportes de especialistas que reciben servicios de otros. El sistema es sencillo: entregar y recibir ayuda. Quién nos puede ayudar está más cerca de lo que creemos. Los vecinos solían ayudarse de manera local y simple. Esto debe volver a ser así.

Bancos de Tiempo

Muchísimos trabajadores del planeta son tan pobres que ganan menos de u$s 2 dólares diarios. Otros poseen empleos endebles, o son cuentapropistas que trabajan a riesgo. Los bancos de tiempo provienen de la inteligencia social. La tecnología disminuyó el empleo y sin empleo no hay dinero en los hogares.

En los bancos de tiempo todas las horas valen igual, el equilibrio es democrático. En EEUU nacieron en los 80 los Time Dollar o dólares del tiempo, donde una hora de servicio equivale a un dólar de tiempo. Este sistema derivó en los Time Bank del Reino Unido y Europa. Como el dinero no es más que un acuerdo entre quienes lo aceptan, esta moneda social evita caer en los ciclos ruinosos del capitalismo. En lugar del crédito monetario usan el crédito mutuo.

Una entidad actúa como banco. Los clientes o socios dan horas de trabajo y consiguen créditos. Cuando necesitan algo, el banco les asigna la contraprestación. De esta manera, se crea poder adquisitivo para la gente excluida, ancianos, adolescentes y desempleados. En lugar de recibir ayuda monetaria, se redefinen como prosumidores -productores y consumidores a la vez-. Estos programas ayudan a la familia y al gobierno cuando escasean los fondos. Las aplicaciones del banco de tiempo no tienen límites: ayudar a los estudiantes a pagar sus estudios con servicios, reparar viviendas dañadas por huracanes, etc. Para los bancos de tiempo la riqueza está en la gente y en su tiempo.

Frank Vuolo está sentado en su auto  afuera del supermercado Key Food en la sección Sheepshead Bay de Brooklin, N.Y. Vuolo ayuda a la Señora Goldsmith que vive con su  esposo, ambos están enfermos. Simples tareas como ir de compras son desafíos para ellos. Cada jueves, Vuolo la lleva al supermercado. Vuolo y Golsmith no son viejos amigos, ni siquiera vecinos, son miembros de Elderplan, un banco de tiempo dedicado a la salud de personas de la tercera edad. Cuando Vuolo lleva a Goldsmith al supermercado, él consigue créditos en el Banco del Tiempo.

Time Dollars, o Créditos por Servicios, no paga impuestos y es inmune a la inflación y a la recesión. El Dr. Edgar Cahn fundó Time Dollars Network, una sociedad sin fines de lucro en 1992.

El negocio de la colaboración

Se basa en prestar, alquilar, comprar o vender productos en función de necesidades específicas y no tanto en buscar ganancias. El dinero no es el único valor de cambio para las transacciones. Los servicios también pueden ser moneda. Por ejemplo, una persona que tiene capacidad para ofrecer alojamiento durante unos días, puede intercambiar este servicio por clases de inglés que necesita. Como su nombre lo indica, es un modelo centrado en la colaboración y enla ayuda muta. Casi todos los sectores de la economía cuentan con negocios colaborativos. Desde su irrupción en el 2010, se está convirtiendo en un sistema con alcance global.

Luego de varios años de juicios, el alcalde de San Francisco en EEUU firmó una normativa que permite a los propietarios alquilar en forma directa, por pocos días, sus viviendas o cuartos.

Airbnb, es la plataforma más grande del mundo en locaciones «de persona a persona». La medida tomada en San Francisco fue una bocanada de aire fresco para un sector cuestionado, porque se dice que representa una competencia desleal contra hoteles, inmobiliarias, compañías de taxis, etc. Los gobiernos también atacan al sector ya que es un drenaje de sus ingresos fiscales y dicen que, detrás de la filosofía altruista de compartir, se esconden empresas concentradas que tienen todos los vicios del mundo capitalista.

La economía colaborativa, crece

Esta forma de ruptura con capitalismo, es un nuevo modelo de producir, distribuir y consumir  En los EEUU ha creado 8,7 millones de empleos. El (MIT) calcula su potencial en 110.000 millones de dólares, es 4 veces mayor que su nivel actual. Para que se desarrolle es necesario darle visibilidad y reconocimiento político y social. Al ser disruptiva genera incertidumbre en los sectores regulados. Lo nuevo siempre genera temor.

Un estudio reciente  analizó la reacción de consumidores de EEUU ante un mismo producto y proveedor, para observar su comportamiento según su lugar de residencia.  La tecnología y el esquema de reputación en la Web, actuaron como un homogeneizador de la confianza: los compradores actuaron igual, sin importan dónde vivían.

Otra encuesta entre 40 economistas sugiere que servicios como Uber (compartir el espacio vacío del auto), transforma en choferes a sus dueños con tiempo libre para monetizarlo. Eso mejora la calidad de vida de la población.

Muchos argumentan que bajo la idea de compartir  y de contar historias de éxito, se esconde la promoción de ideas como -compartir vehículo, alquilar más barato, comprar ropa usada- que en momentos de boom no serían impactantes. Algo así como el enamoramiento  en 2002 con los clubes de trueque o el invento de nuevos pobres (gente orgullosa de comprar segundas marcas), a los que se les dio un aire romántico de nuevas prácticas que llegaban para quedarse, y que terminaron desapareciendo no bien la economía empezó a repuntar y se volvieron a llenar los shoppings.

Hay gobiernos, como el de Nueva York, que critican estas modalidades, porque son ideales para lavado de dinero o actividades ilícitas, y que muchas ofertas no son de jubilados que desean completar un ingreso alquilando una pieza, sino de grandes grupos inmobiliarios que buscan negrear sus operaciones. Otro riesgo es la suba de precios, ya  que se acerca al poder adquisitivo de los turistas y vuelve prohibitiva la vivienda para el bolsillo de los trabajadores.

Hay confusión en la economía colaborativa, entre proyectos sin fines de lucro, como puede ser couchsurfing -una plataforma que permite pernoctar en el «sofá» de la casa de un desconocido cuando se viaja- o huertas comunitarias de empresas que valen miles de millones de dólares y tienen prácticas como las de cualquier otra firma capitalista.

Ámsterdam es  la ciudad holandesa con experiencia demostrada en la implantación de startups colaborativas de base tecnológica, como por ejemplo un lugar de encuentro para que ciudadanos y turistas compartan botes para desplazarse por los canales de la ciudad,  u otra  aplicación para que los vecinos compartan bienes y servicios. Además, desde la administración local se está impulsando la incorporación de proyectos colaborativos para dinamizar la economía. Un ejemplo de ello es la regulación de inmuebles de alquiler a través de Airbnb. Sin embargo, es la ciudad de Seúl, Corea, quien lidera la economía colaborativa, desde que su alcalde creara en 2011 el departamento de innovación social y el comité para la promoción de la economía colaborativa.

Recientemente prohibió la entrada de Uber por considerar que es un monopolio que favorece la concentración globalizada, paradoja que se da en todos los segmentos de la nueva economía.

Estas modalidades llegaron para quedarse. Así Airbnb aparece como menos concentrada, y mejor económica, ecológica y socialmente que la cadena de hoteles Hilton. Los teóricos de la economía colaborativa sostienen que es un momento de arranque, con zonas grises, y que avanzará hacia algún tipo de regulación que permita de mejorar estas prácticas. Con la tecnología de la que disponen, es imposible hacerlas desaparecer.

Ideas sociales y comerciales

Todavía existen en el mundo perlitas sueltas, ideas exitosas que funcionan muy bien en un país y que son desconocidas en otros. La franquicia social aplica el sistema de Benchmarking (la comparación con experiencias exitosas) a los problemas sociales. Se trata de trasladar la técnica de franquiciar un negocio, a la clonación de un éxito humanitario que se pueda replicar en cualquier parte. Al valor moral de una causa, la franquicia social suma el valor estratégico de movilizar recursos hacia el bien público y hacer de la filantropía una agencia de cambio social. A la pasión por la causa agrega la inteligencia en los resultados. La teoría de ayudar a la base de la pirámide social, ligada a la responsabilidad social empresaria, apunta a que la inversión privada contribuya al desarrollo sustentable y a reducir la brecha entre ricos y pobres; intentando que los problemas de pobreza e inequidad  que crea el capitalismo los solucione el mismo capitalismo.

Unilever en la India contrató pobres para vender sus productos. Desarrolló un jabón para la ropa no contaminante, ya que las mujeres lavan en el río y asociada con una ONG que da microcréditos, convirtió a las familias en una franquicia social intermediaria y con este cambio en la cadena se logró maximizar impacto social. Sin depender de las donaciones es posible hallar recursos locales y detectar oportunidades.  En Bahía, Brasil, los huéspedes de los hoteles donan un 5%. Así se convirtió la proliferación del sida en un recurso para su prevención. En la India, se desarrolló una franquicia para asistir a  niños de la calle. Childline los conecta con servicios sociales, y el programa crece. La franquicia incluye marca, número de ayuda gratuita, software, capacitación, y un capital de arranque.

La gente común les enseña a los expertos

La sociedad tiene mucho que enseñarle a la economía, pobres sin recursos que se arreglan para sobrevivir y gobiernos que no saben canalizar los recursos.  Como ha demostrado la experiencia del banco Grameen, el bando de los pobres, creado por Mohammad Yunus, un pobre puede convertir un dólar en siete dólares, mientras que un rico insensible podría usarlo para encender un habano.

En el mundo hay muchas experiencias exitosas que se pueden replicar, hay muchas perlas que se pueden reproducir en otros países. El concepto de franquicia social es replicar un proyecto exitoso en cualquier lugar del mundo para aplicarlo en otro. La maldición de los recursos naturales refleja una extraña paradoja que aqueja a países que siendo ricos  en recursos tienen pueblos pobres. Noruega es la excepción a la regla.

Durante el tsunami financiero 2008 cuando los inversores del mundo entero vendían en medio del pánico, Kristin Halvorsen, ministra de economía de Noruega,  que suele apostar contra el mercado libre compró acciones por 60.000 millones de u$s, beneficiándose por el repunte  de marzo 2009.  Noruega fortalece su Estado benefactor que aunque otorga cobertura desde el nacimiento hasta la muerte, crece sin deudas y con superávit fiscal. Tiene la ventaja como  país chico, con sólo 4,6 millones de habitantes de ser un importante exportador de petróleo. Noruega no cayó en la trampa -como otros que poseen energía o materias primas-. En vez de dilapidar sus ganancias aprobó una ley que garantiza que los ingresos vayan a un fondo soberano, fondo que es uno de los más grandes del mundo.

Cómo replicar modelos comerciales exitosos

Siempre se afirma que los ricos deben devolver a la sociedad parte de lo que reciben de ella.  Eso implica invertir sus recursos en proyectos útiles, en lugar de malgastarlos.

El transporte aéreo de personas subió de 2980 millones en 2012 a 3800 en 2016 y se prevén que serán 7000 para 2030. El concepto de propiedad fraccionada de aeronaves fue liderado por la empresa NetJets, la que opera desde 1986 en diferentes países. En  general la multipropiedad se refiere a inmuebles por tiempo compartido, con disfrute restringido a períodos determinados, sobretodo conectado a las vacaciones. En materia aeronáutica se da cuando varias personas prefieren asumir la propiedad compartida de una aeronave en lugar de asumir el riesgo por sí mismas.

Muchas podrían comprarlo pero prefieren no tener parada la inversión como un lujo innecesario (los ricos no comen vidrio). Cada uno puede ser dueño de una parte y venderla cuando quiera ¿Para que tener un avión parado cuándo puede ser compartido con otras personas? El proyecto incluye el análisis global de la inversión: costos, mantenimiento, hospedaje, seguros, software de reservas, tasas de aeropuertos, servicios de meteorología, tripulación, combustible, catering,  restauración de motor y la reposición de la misma. Todo se traduce en un costo hora relacionado a las horas de vuelo totales de la aeronave durante su vida útil. Con esto se asegura el retorno de inversión.

Las ventajas para el copropietario de la aeronave son: flexibilidad de destinos y servicios,  responsabilidad limitada a lo aportado, menor inversión y riesgo, menor costo de tiempo y facilitar su agenda. El atentado del 11 de setiembre de 2001 contra las torres gemelas marcó un hito en la confianza que el público dispensa a las líneas oficiales masivas con respecto a la aviación privada. La seguridad dejó de ser un servicio exclusivo que sólo puede brindar el Estado.

Nace una idea

Ventus Flight, es una empresa que aplicará la propiedad fraccionada de aviones en Argentina.  Un empresario argentino que vivió muchos años en EEUU observó el extraordinario crecimiento del sistema en la aviación. Amante de los aviones se preguntó por qué no repetir el éxito en estas tierras. Una vieja idea se convierte en negocio cuando le llega su oportunidad. En este caso advirtió que no precisaba tener sus aviones todo el tiempo y le surgió la idea de compartirlos y usar solamente lo que necesitaba para su vida personal y profesional.

Alianzas estratégicas: la estrategia de las alianzas

Todas las empresas poseen capacidades ociosas, tanto en sus debilidades como en sus fortalezas, también en las amenazas o en las oportunidades. Si los recursos permanecen inactivos, provocan pérdidas, como las que reflejan los asientos vacíos del avión que ya partió. Las personas y las empresas creativas pueden  inventar su destino en las peores condiciones. Y la debilidad puede resultar una ventaja, si ésta permite integrarse al mundo global, por ejemplo, al asociarse en alianzas estratégicas múltiples internacionales.

El test de las alianzas productivas consiste es la sinergia positiva que surge cuando el producto que emerge de la unión de sus partes es superior a la sumatoria de las mismas.  Una buena alianza estratégica se basa en conceptos simples:

1) Si dos no quieren uno no puede: señala la voluntad de realizarla. 2) Sostener la estrategia personal: clarifica que no debe existir confusión, ni pegoteo. 3) Valorar y reconocer: significa que aliarse con los mejores es recibir su capacidad  sin realizar el esfuerzo que ellos efectuaron para llegar a ser lo que son. 4) Espiritualizar y pragmatizar: implica aceptar que la idea que los convoca  no debe ser sólo un palabra bonita sino una  oportunidad de concretar un proyecto mutuamente beneficioso. 5) “Argentinos a las cosas”: representa la capacidad de pasar de las palabras a los hechos,  para que  el tiempo,  que es un juez inapelable, no las condene por mal formuladas  o mal ejecutadas. 6) Sostener una visión magnética del futuro: que atraiga al proyecto hacia su realización, pero sin descuidarse ya que el infierno está poblado de buenas intenciones.

El método combina ideas, actividades y conocimientos con las personas que las encarnan y se inscriben en una matriz de resultados como producto del cruce. La técnica provoca al azar: si en el  casillero aparece una idea atractiva, al grito de ¡Eureka! se empieza a trabajar.  Generar alianzas estratégicas múltiples  concibe al crecimiento como un proceso de abajo hacia arriba, donde el capital intelectual y físico y el trabajo en equipo actúan como estímulos.

El concepto primario es la ayuda mutua en base a principios de calidad y la reunión se efectúa entre quienes aceptan instrumentos innovadores. El liderazgo de cada  proyecto es rotativo, lo asume en cada caso quien esté mejor capacitado para conducirlo. Las modalidades prácticas de las alianzas estratégicas tienen una regla no escrita: la intención de beneficiar al aliado buscando oportunidades que surgen en  forma natural o artifical.

Un modelo de generación de ideas y otro de contactos procesa los aportes realizados para verificar el grado de compromiso y de motivación. Se trata de evitar el punto muerto de las relaciones ya que no se usa se pierde: para que -te veo mañana-, no signifique – nunca más-. La gimnasia social y la comunicación estratégica generan valor agregado.

Las empresas líderes deben comprender que tienen una responsabilidad social. Deben devolver a la comunidad parte del beneficio que reciben de ella cuando sus miembros  eligen sus productos o servicios. Para lograrlo tienen la obligación ética de movilizar sus recursos ociosos en proyectos que generen actividad. El término que acuñamos es  “creactividad”,  para señalar la unión entre la capacidad de generar con la de actuar.

Dr. Horacio Krell. Director de Ilvem,  horaciokrell@ilvem.com
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