Una visión, un sueño, pasión emprendedora y el deseo de un mundo más sano. La sintesis de Fresco, el primer supermercado de productos orgánicos.
Soy Paul Gauvry, Ingeniero Industrial UBA y en septiembre de 2015 abrí Fresco, el primer supermercado de productos orgánicos de la Argentina.
Para abrirlo invertí $ 1.100.ooo provenientes de fondos propios, familia y amigos.
Crear algo nuevo, algo jamás hecho hasta el momento, es un desafío grande porque es difícil anticipar cual va a ser la respuesta del mercado, el riesgo es elevado. Antes de Fresco no han habido mercados ambiciosos de productos orgánicos en Argentina, y por ello no existía un punto de referencia. Nuestro éxito fue incorporar la maravillosa experiencia de compra de las grandes cadenas de supermercados orgánicos de Europa y Estados Unidos, adaptándola a la conveniencia de un supermercado express ubicado en la cercanía, como es hoy tendencia en la Ciudad.
Una amplia variedad de productos orgánicos y frescos, requiere de una logística de múltiples proveedores. Fresco recibe todos los días frutas y verduras orgánicas, recién cosechadas y traídas directo de huertas certificadas. A su vez, tiene que existir un dispendio elevado, ya que son productos que si o si deben consumirse, o de lo contrario se echan a perder.
Hoy estamos próximos a obtener la certificación orgánica de nuestro supermercado, permitiéndonos elaborar productos orgánicos con certificación y brindar aún más confianza a nuestras visitas sobre el origen de sus alimentos. Seremos el primer supermercado orgánico certificado de Latinoamérica, siguiendo el camino de Whole Foods – la mayor cadena de supermercados orgánicos del mundo. Esto es algo totalmente innovador y disruptivo para el mercado local.
Fresco está vivo, y por ello está en permanente crecimiento. Vamos a seguir incorporando novedades a nuestro primer supermercado y expandiéndonos en nuevas sucursales.
Participar de la buena alimentación de las personas es para nosotros una suerte y un privilegio. Ponemos gran esfuerzo para ser nuestra mejor versión, brindándonos en corazón y energía con nuestras visitas para que estén a gusto en nuestro supermercado, y al hacerlo recibimos mucha más energía de vuelta. Trabajar desde ese lugar, hace que no se sienta como un trabajo.